Cuando el país apenas asimilaba la imagen de los cuerpos de siete hombres a la orilla de una carretera en el municipio de Argelia Cauca, en otra región muy alejada un evento con cierta similitud ha vuelto a estremecer a Colombia.
El pasado lunes 30 de julio a plena luz del día, nueve hombres cayeron asesinados y dos más terminaron gravemente heridos producto de un tiroteo en zona urbana del municipio del Tarra en Norte de Santander.
Las víctimas se encontraban departiendo en un billar local cuando aproximadamente 10 hombres en motocicletas, llegaron de civil y vistiendo pasamontañas, para abrir fuego contra su humanidad y acabar con sus vidas.
Según lo que ha señalado el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, de los hombres asesinados siete serían desmovilizados de las Farc. Algunos de ellos con certificado expedido por las Naciones Unidas tras adelantar su proceso de desarme en las zonas veredales transitorias.
Aún se desconoce quién estaría detrás del múltiple asesinato. “Las dos hipótesis más probables son que la masacre fue cometida por disidencias de las Farc en su control de territorio, o en contra de disidencias que significa fue a manos de ELN. Sin embargo, pudo ser en medio de la antigua confrontación entre ELN y ‘Los Pelusos’”, aseguró el ministro Villegas a Blu Radio.
Si bien es cierto que estas organizaciones llevan desde el mes de marzo enfrentados por el control territorial de toda la zona del Catatumbo, tanto el ELN como el EPL han negado su responsabilidad sobre los hechos.
Es posible afirmar, que el Catatumbo no es la única de las regiones fronterizas del país que enfrentan graves situaciones de orden público e inseguridad producto de toda suerte de factores.
Sobre la misma frontera colombo-venezolana actúan distintas organizaciones ilegales que se lucran a partir de economías criminales como el narcotráfico y el contrabando.
Asimismo, en el sur de Nariño y el Putumayo, donde el país colinda con Ecuador, la Fuerza Pública libra una de sus batallas acérrimas para dar con el paradero de alias Guacho, que ha causado toda clase de estragos en ambos lados de la frontera.
Ni que hablar de la situación por los lados de Perú que ha empezado a tomar medidas para evitar que grupos disidentes de las Farc generen afectaciones de su territorio, o Panamá donde la frontera se mantiene cerrada desde hace varios meses como medida para hacer frente al dramático fenómeno de migración del que también padece Colombia.
En este orden de ideas, el nuevo Gobierno, se enfrenta a una especie de monstruo con varias cabezas, todas con distintas capacidades para hacer daño y que generan un nivel distinto de impacto.
Por esta razón, uno de los primeros grandes desafíos del presidente Iván Duque será establecer cómo y por dónde empezar abordar los problemas de seguridad fronteriza, en cada una de sus frentes y dimensiones. Una tarea en la que los últimos gobiernos no han logrado encontrar las fórmulas y estrategias certeras.
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*BEYOND
es una publicación semanal que tiene como objetivo principal abordar temas de coyuntura política, económica y social que puedan tener algún tipo de repercusión en la seguridad nacional o ciudadana. Igualmente, busca informar y complementar los temas de actualidad que son trabajados por los principales medios de comunicación y que se encuentran en constante desarrollo.