Si bien no se trata de una opción neófita, fue hasta la semana pasada cuando debido a distintos acontecimientos y declaraciones, se vislumbró como una alternativa real que estaría siendo seriamente contemplada desde la Casa Blanca.
En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, manifestó que con respecto a Venezuela “todas las opciones están sobre la mesa, las más suaves y las más fuertes”.
Claramente, esto último haciendo énfasis a una posible intervención militar con miras a destronar el régimen chavista.
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Por una línea similar, Trump hizo un llamado a las Fuerzas Armadas venezolanas para que contemplen la idea de propiciar un golpe de Estado, al asegurar que “es un régimen que francamente podría ser derrocado muy rápidamente por los militares si decidieran hacerlo”.
Esto se produce apenas unos días después que el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro fuera blanco de críticas por unas declaraciones donde daba la sensación, no descartaba de tajo la salida militar en Venezuela.
Por su parte, el jefe de Estado de los venezolanos Nicolás Maduro también llegó a Nueva York para hablar frente al organismo internacional. En su discurso acusó a los Estados Unidos de estar buscando pretextos para generar una intervención internacional utilizando un esquema similar al que habrían implementado en Irak años atrás.
“Se ha construido a nivel mediático un expediente contra nuestro país para pretender una crisis humanitaria, que utilice los conceptos de Naciones Unidas para una intervención por una coalición de países encabezada por Estados Unidos y con el apoyo de sus gobiernos satélite”, afirmó Maduro ante las Naciones Unidas.
Es indudable que en un eventual escenario intervencionista Colombia desempeñaría un papel fundamental,
independientemente del rol que asuma. Primero, por una condición historico-geográfica absolutamente ineludible y segundo por la visible simpatía del nuevo gobierno colombiano con Washington.
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Lo que resulta extremadamente delicado es que a medida que aumenta el eco de una intervención norteamericana, paralelamente asoma el fantasma de una confrontación bélica entre Colombia y Venezuela.
Durante la semana, altos mandos de la Fuerza Armada venezolana confirmaron el despliegue de tropas por la zona limítrofe entre los dos países, siendo asumido desde Bogotá como una acción encaminada exclusivamente a intimidar.
Aunque el presidente Duque aseguró “que no caerá en provocaciones” y que su gobierno no tendrá un talante belicista, se ha sabido que la directriz es no bajar los brazos y mantener un estado de alerta.
El pasado miércoles, el Comando General de las Fuerzas Militares dio la orden de acuartelamiento de primer grado a los comandantes de zona fronteriza. Esto se traduce en la suspensión de vacaciones, permisos y otras prerrogativas que tiene la tropa con la finalidad de contar con la totalidad del pie fuerza disponible.
BEYOND#117
En esta edición de BEYOND* se examinaron algunas de las posturas y argumentos más llamativos en el marco del gran debate suscitado por la aparente intención de los Estados Unidos de intervenir en Venezuela.
Para ello se abordaron las dos principales esferas de discusión que se han gestado alrededor de esta importante temática. Por un lado, acerca de la pertinencia y la efectividad que una intervención de este tipo tendría en la solución de la crisis que afronta Venezuela y por otro lado, sobre las eventuales repercusiones que podría traer para Colombia.
Si quiere conocer la totalidad del documento lo puede consultar aquí mismo o descargarlo en el link que se encuentra más abajo.
*BEYOND
es una publicación semanal que tiene como objetivo principal abordar temas de coyuntura política, económica y social que puedan tener algún tipo de repercusión en la seguridad nacional o ciudadana. Igualmente, busca informar y complementar los temas de actualidad que son trabajados por los principales medios de comunicación y que se encuentran en constante desarrollo.